viernes, 13 de enero de 2017

Zygmunt Bauman

El pasado lunes falleció el pensador Zygmunt Bauman. En las clases de filosofía del martes le hicimos un pequeño homenaje hablando brevemente de sus ideas y debatiendo acerca de ellas, especialmente de sus pensamientos acerca de las redes sociales: "las redes sociales son una trampa", llegando a conclusiones muy interesantes.


En muchos diarios y medios de comunicación se han publicado estos días algunas reseñas de elaboración rápida con lo básico de este sociólogo. Merece la pena echar un vistazo a su vida y a su pensamiento en un mundo como el de hoy tan necesitado de bases "sólidas", de cimientos firmes que sustenten el edificio de nuestras civilizaciones. En este sentido, Bauman se convierte en una especie de Pepito Grillo o de profeta al estilo bíblico, advirtiendo acerca de los peligros y debilidades de  nuestras sociedades.

Os dejo con unas claves básicas para entender un poquito el pensamiento de Bauman y un pequeño vídeo/tráiler sobre su última colaboración: "IN THE SAME BOAT". Se trata de un documental en el que han participado diferentes personalidades del mundo para trazar un diagnóstico muy certero acerca de la realidad actual formulando algunas soluciones.

Los alumnos de 1º de Bachillerato podéis hacer un EdP sobre esta entrada que entregaréis el próximo jueves; si en lugar de entregar el trabajo preferís hacer un comentario a esta entrada también lo valoraré.




De la sociedad (o modernidad) líquida a la interdependencia en su obra



Estas son cuatro claves para entender el pensamiento y la obra Zygmunt Bauman de uno de los pensadores que más ha influido en los últimos años, desde la sociedad/modernidad líquida, la idea que más reconocimiento le ha proporcionado, hasta la interdependencia.

Sociedad (o modernidad) líquida

Es el gran concepto al que ha quedado adherido su pensamiento, citado adnauseampor tirios y troyanos, conocedores y aficionados. Gran pensador del mundo actual,Bauman contrapone la vieja sociedad sólida, firmemente apoyada en un Estado fuerte, empleos duraderos y valores de referencia seguros, con la sociedad (pos)moderna, caracterizada por la extrema movilidad (líquida) en numerosos ámbitos, sea la precariedad del empleo, el relativismo de ideas y valores, la incertidumbre y, desde luego, la aceleración propia de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) y las redes sociales. Internet le parecía un escondite artificial en el que uno se relaciona sólo con quienes piensan como él. Muchas de sus reflexiones remiten de un modo u otro a este concepto quizá excesivamente popularizado. Por ejemplo, la movilidad y el impacto en las sociedades occidentales del fenómeno de la inmigración.

Cuestiones marxistas

Influido por Marx (llegó a ser miembro del Partido Comunista de Polonia), Bauman es un pensador preocupado por el poder, el trabajo, las desigualdades y esta fase superior del capitalismo caracterizada por un consumismo desatado. "Todas las ideas de felicidad acaban en una tienda", dijo en una ocasión. Su cruzada contra el consumismo fue teórica y práctica, predicando con el ejemplo de una vida de cierta austeridad y discreción (rechazando, por ejemplo, ofertas de universidades rutilantes). Como analista de esos asuntos, a Bauman se le puede relacionar, y así se suele hacer, con un pensador como Richard Sennett, 20 años más joven éste. Bauman, en todo caso, tiene también muy en cuenta -influido por Freud y quizá, al fondo, Schopenhauer- los instintos y los impulsos innatos en el comportamiento humano, aspecto insoslayable para abordar diversos asuntos como los antedichos movimientos migratorios. Heredero de los pensadores citados, Bauman tiene muy en cuenta la relación entre fuertes y débiles, dicotomía que aparece incluso cuando se refiere a los discutidos derechos de los animales, asunto novedoso que considera estimulante y en el que, más allá del bienestar de los animales, ve la obligación de los fuertes por reconocer los derechos de los débiles. Sus orígenes judíos y su temprano interés por el Holocausto pueden verse en línea con esa dialéctica fuertes/débiles, opresión/sometimiento. Y a la vez, la figura del inmigrante como chivo expiatorio sobre el que descargar culpas y miedos incontrolables puede entroncar con la del judío perseguido.

Interregno

Bauman considera que la sociedad de las últimas décadas es uno de esos momentos históricos en que lo viejo no acaba de desaparecer y lo nuevo no acaba de llegar; un interregno, por decirlo con el término usado por otro marxista de su gusto, Antonio Gramsci. Considera, por ejemplo, que nos compete diseñar una ética global que aún no existe, cuya creación requerirá de cooperación y diálogo. Tampoco son predecibles, en su opinión, los efectos del poder actual, que afectarán a gente desconocida o que ni siquiera ha nacido todavía. En este interregno en el que nos encontramos y a la vista de un futuro inconcreto, la educación es una herramienta de primer orden para abordar cualquier problema. En estos años confusos de interregno, las ideas de Bauman han tenido un notable eco en los movimientos altermundistas ("otro mundo es posible"), que él ha seguido con atención, incluyendo el 15-M.

Interdependencia

Nueva manifestación de la movilidad propia de la sociedad líquida, la civilización actual se caracteriza por la interdependencia. "Vamos todos en el mismo barco y ya no sirven las líneas Maginot o los muros atlánticos", dijo en Madrid en 2003 dentro de su participación en el Foro Botín de Pensamiento. Lo terrible es que desde entonces, y hasta ahora mismo, no han dejado de levantarse (o anunciarse) muros y alambradas; la vigencia del pensador polaco parece fuera de duda. El problema sigue siendo cómo vivir con los otros. Por primera vez en la Historia, piensa Bauman, se identifican el problema de la supervivencia y el vivir de un modo ético y moral; y vivir de ese modo ético significa sacrificar parte de nuestros intereses.
Fuente: http://www.elmundo.es/cultura/2017/01/10/5873ed95e5fdeae00b8b4648.html

2 comentarios:

  1. Ejercicio de pensar basado en el último proyecto de Bauman, In the same boat.

    Esta sociedad se ha convertido en la definición de un grupo de personas independientes que no tienen ningún afecto por los demás ni tienen en cuenta nada que no les afecte directamente a sí mismos. Por esto, es egoísta, imprudente y codiciosa.
    Hoy en día nadie tiene planes a largo plazo, vive al día y no piensa en lo que realmente importa (cosas tan simples que pasa por alto). Estoy cansada de oír a gente quejándose de la pérdida de aquello que ni siquiera sabía que tenía, y que se arrepiente tarde, cuando no puede volver atrás.
    Ya nadie lucha realmente por sus sueños y gran culpa de esto la tienen las redes sociales que nos confunden al crear un mundo irreal (virtual) en el que todo es perfecto y está a nuestra altura, nos muestran lo que es la libertad y nos hacen pensar que el camino fácil es la solución correcta conviertiéndonos sedentarios y despertando sueños que por culpa de nuestra dependencia a ellas no podremos alcanzar para después justificarlos como imposibles y criticar a quienes los consiguen. Los valores quedan en meras palabras y la gente acaba por odiar la vida, pensándola sin sentido.
    Las redes sociales nos alejan de nuestros verdaderos objetivos y nos hacen creer que los ideales necesarios para conseguirlos como la constancia, el trabajo en equipo, el esfuerzo o la responsabilidad que conlleva el tomar las riendas de tu propia vida creyendo en ti mismo y en lo que te rodea, etc... son mil maneras de perder el tiempo, cuando en realidad son ellas las que nos haven perderlo.
    En un mundo tan informado las personas no deben ser tan perezosas, deben comparar las referencias e intentar hacer suyas las opiniones que tengan de la manera más objetiva posible teniendo en cuenta nuestra condición de ser subjetivo. Creo que para poder alcanzar una evolución general de nada sirve tener una mente cerrada que sólo considera su información totalmente válida (esto significa un bache para el verdadero objetivo)
    Se observa un ambiente en el que nadie se pone de acuerdo con nada y no se deja sitio al diálogo y la negociación, se han olvidado de ese detalle y como lo específico no les interesa parece que molestarse en el diálogo es perder el tiempo en cosas secundarias.
    Aunque individualmente desde un punto de vista todo parece ir bien, solamente hace falta echar un vistazo a las notícias y darse cuenta del caos al que se está sometiendo el mundo a nivel internacional, y es que no se aclaran.
    La estabilidad ya no se encuentra en ningún sitio, ni en el trabajo. La gente busca lo fácil y rápido y se olvida de lo que le hace ser dinámico y un ser en constante evolución, quiere disfrutar y deja de lado sus problemas pensando en que vendrá un ser fantástico a solucionárselos hasta que cae en la cruda realidad y se ve fracasado sin nada que haga posible mejorar su situación porque si le preguntas ha venido a este mundo a vivir el momento, a ser la envidia de sus amistades (a la larga falsas ya que le traicionan a la primera de cambio por beneficio propio)
    Ya nadie cree por ejemplo en el amor, en ser capaz de dar al otro sin recibir nada a cambio, o como máximo un abrazo (nada material pero que a veces es tan digno de agradecer), nadie pide ‘por favor’, ni da las ‘gracias’... ¿será difícil decir ‘buenos días’ al entrar algún sitio? Ya no hay educación.
    Las pequeñas cosas son la clave, se han de renovar los viejos valores de respeto, confianza o trabajo bien hecho, la empatía y el trabajo en equipo (ese de uno para todos y todos para uno, sí, ese) porque es la única forma sensata de mantener una sociedad como la nuestra.
    No digo que volvamos atrás, sino que sepamos convivir con lo que supone tener ese don que nos define como humanos y que a veces olvidamos utilizar: la razón.

    Andrea Matoses, 1º BACHILLER

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    1. Muy buena reflexión, Andrea. Quizá te has centrtado en aquello que más os llamó la ateción en clase: las redes sociales. Pero me gusta mucho. Gracias por el esfuerzo

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