(reflexión: parece que el mundo, poco a poco, se va haciendo más silencioso: coches y motos eléctricas, música digital en lugar de vinilos,... hasta los niños se callan frente a las dichosas pantallas; qué triste, porque ese silencio no es sinónimo de mayor crecimiento personal, de auto-conocimiento, ni de empatía o agradecimiento al otro).
Volviendo al asunto, ayer fui a ver la película "MARY SHELLEY" del director Haifa Al-Mansour. Es un verdadero tesoro que se reserva para salas de V.O. o circuitos de proyección "menores", por decirlo de alguna manera. Es una delicia de película en la que se nos narra los años en que Mary Wollstonecraft Godwin madura en la soledad de su sufrimiento personal la obra que le encumbró: "FRANKENSTEIN O EL MODERNO PROMETEO". He de confesar que la tengo pendiente de leer, pero no va a pasar este verano sin hacerlo.
El cine nos ha llevado a ver una cara de esta novela centrada en el monstruo y quizá sólo el clásico de los primeros años treinta, nos permite adivinar el dolor profundo de ser una criatura no querida, desesperada por obtener el cariño, reconocimiento, lo que sea, de su creador. No es sólo un relato acerca del Hombre que arrebata a Dios el fuego de la vida, ni de la crueldad e hipocresía de la sociedad en su forma de tratar el monstruo. Hay algo más profundo que esta adaptación al cine nos muestra: a grandeza de una mujer escritora y filósofa. No es sólo un cuento de fantasmas que salió de la reunión de Lord Byron; como dice el enlace que he podido leer y que os incluyo en esta entrada, nos deja entrever una Mary Shelley FILÓSOFA.
Estamos en tiempo de verano y es tiempo de lectura. Aprovechad y acercaos a esta gran obra.
https://blogs.herdereditorial.com/filco/filosofia-pensamiento-obra-mary-shelley/
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